La “ley de la blasfemia”, es aplicada con rigor hasta con la pena de muerte solamente en los países musulmanes, principalmente contra aquellos que deciden seguir a Jesucristo.
Estados Unidos | Miércoles 8 de Diciembre, 2010 | Por Ronald Gonzalez |
Cincuenta y seis países islámicos, miembros de la ONU, pretenden que la Asamblea General, apruebe este mes una resolución condenatoria de la “difamación de religiones”, que restrinja la libertad de expresión en Occidente y extienda a nivel mundial la “ley de la blasfemia”, vigente solamente en varios países musulmanes. Como se recordara la “ley de la blasfemia”, es aún más polémica tras la condena a muerte de la cristiana paquistaní Asia Bibi.
El proyecto de resolución en la ONU, es promovido por Pakistán como país portavoz de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), el mayor grupo de presión mundial de los estados musulmanes.
La iniciativa cuenta desde ya con ventajas dentro del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, ya que la OCI y sus estados son mayoría entre los 47 países miembros del Consejo. Desde hace años, y a solicitud de Pakistán, dicho Consejo viene aprobando anualmente una resolución en contra de la “difamación de religiones”.
El texto ya aprobado hace meses en la instancia menor de la ONU, condena las críticas que aparecen en la prensa libre contra el Islam radical, a raíz del ataque terrorista del 11 de Septiembre. El objetivo de los estados musulmanes, es buscar el apoyo suficiente en la Asamblea General para aprobar la resolución durante el actual periodo de sesiones.
La secretaria de Estado de los EE-UU , Hillary Clinton, ha rechazado la iniciativa musulmana en la ONU por considerar que es contraria a la libertad de expresión. Estados Unidos y los gobiernos europeos advierten de que, además, la condena legal de la “difamación de religiones” esconde el peligro de que sirva para acentuar la persecución de las minorías religiosas principalmente contra los seguidores de Jesucristo.
En su informe anual, sobre la libertad religiosa en el mundo, el Departamento de Estado, acaba de incluir a Pakistán e Irak, en la lista de países “que causan especial preocupación”, por el incremento de ataques islamistas a sus minorías cristianas.
Este año un tribunal paquistaní, condenó a muerte a una campesina cristiana, Asia Bibi, de 45 años y madre de cinco hijos, encarcelada hace año y medio, después de que varios testigos musulmanes la acusaran de haber proferido insultos al Corán. Pakistán, el segundo mayor estado islámico, con 170 millones de habitantes, cuenta con un 4% de cristianos.
“La difamación puede ser jurídicamente punible, sólo cuando se refiere a personas, y no a conceptos o sentimientos”, sostienen juristas y académicos que coinciden, también en el rechazo de la iniciativa adoptada por los estados islámicos.
El sistema penal de la mayoría de los estados musulmanes, basado en la Sharia, el código legislativo del Corán, establece en la “ley de la blasfemia”, el castigo contra quienes insulten el Corán y al profeta Mahoma, actos que conllevan la pena de muerte, pero no contempla ninguna pena para los insultos a otras religiones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario