¿Qué es una conspiración? El término conspiración o complot suele referirse a un acto o conjunto de actos realizados por varias personas con ánimo de arrebatar el poder a otro o causar daño. A lo largo de nuestra historia se han hecho famosas algunas conspiraciones. Muchos se dedican a investigar profundamente a quiénes están detrás de algún crimen, de una gran estafa o de algún tipo de complot. La Gran Conspiración“La gente se turbaría al conocer una conspiración tan monstruosa que no podría creer que existe” Edgar Hoover, 1956 Existen fuerzas profundamente ligadas entre sí, que desde varios lugares del mundo están trabajando desde hace mucho tiempo para lograr alcanzar un objetivo siniestro, que ha sido preparado como cual brebaje del infierno. ¿Qué es una conspiración? El término conspiración o complot suele referirse a un acto o conjunto de actos realizados por varias personas con ánimo de arrebatar el poder a otro o causar daño. A lo largo de nuestra historia se han hecho famosas algunas conspiraciones. Muchos se dedican a investigar profundamente a quiénes están detrás de algún crimen, de una gran estafa o de algún tipo de complot. Entre las grandes y terribles conspiraciones de homicidios están los siguientes hechos: - El asesinato del presidente de los EEUU Abraham Lincoln - El asesinato del primer ministro de Israel Isaac Rabín - El asesinato del presidente John Kennedy La Biblia, la Palabra de Dios también nos habla de este tipo de cosas. Y lo presenta como un asunto realmente importante. Los grandes hitos bíblicos son el resultado de conspiraciones contra alguien del pueblo de Dios, o contra Dios mismo. El Salmo 2:1-3 dice: “¿Por qué se amotinan las naciones y los pueblos hacen vanos proyectos? Los reyes de la tierra se sublevan, y los príncipes conspiran contra el Señor y contra su Ungido: “Rompamos sus ataduras, librémonos de su yugo”.” (Biblia DHH, énfasis añadido) De acuerdo a este texto, claramente Dios entiende a todo tipo de rebelión en su contra como unaconspiración. El ser humano pecador intenta desligarse de Dios, olvidarse de él. No obedecerle. Y en ese afán, el pecador intenta argumentar contra Dios. Crea su propia religión. Hace sus propias normas y falsifica la verdad. El pecador se rebela y se levanta contra su Creador. Eso es conspiración contra Dios. La Conspiración contra Dios (Elohim) Aunque esto parece absurdo, ¿pues cómo un ser creado puede cuestionar a su creador?, sin embargo Dios ha dejado en libertad a sus criaturas, para que éstas dispongan y decidan si desean obedecer y amar a Dios o no. Veamos a través de la historia bíblica, brevemente, cómo se desarrolla esta sublevación contra nuestro buen y amoroso Señor. La Conspiración Celestial Fue en la eternidad pasada, que se llevó a cabo en el cielo una sublevación contra Dios. Ésta fue iniciada y comandada por uno de sus mejores siervos. Era un ángel de alto rango, es más era más que un ángel, era un querubín. Y adoraba a Dios en el cielo. Los textos bíblicos que nos detallan esta Gran Rebelión, la primera y la fuente de todas, son lo siguientes: Isaías 14:12-15, “¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo.” Ezequiel 28:11-19 “Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, levanta endechas sobre el rey de Tiro, y dile: Así ha dicho Jehová el Señor: Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura. En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación. Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad. A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín protector. Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti. Con la multitud de tus maldades y con la iniquidad de tus contrataciones profanaste tu santuario; yo, pues, saqué fuego deen medio de ti, el cual te consumió, y te puse en ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran. Todos los que te conocieron de entre los pueblos se maravillarán sobre ti; espanto serás, y para siempre dejarás de ser.” Y Apocalipsis 12:3-4,7-9. “También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas; y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese… Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.” En síntesis, Lucifer era un querubín de muy hermoso parecer que se enorgulleció por su belleza e inició una sublevación incitando a otros seres celestiales en rebelarse contra Dios. Lucifer deseó la adoración que sólo se le debe a Dios. Los textos citados nos dicen que Dios hirió a Lucifer quitándole su belleza y lo expulsó del cielo a él y sus huestes. Lucifer es ahora, Satanás (Ha-Satán). Desde entonces ellos han trabajado en la humanidad para unirla a la Rebelión en contra de Dios. La Conspiración Terrenal El libro de Génesis (Bereshit, heb.) nos relata cómo se llevó a cabo esta segunda conspiración. No vamos a citar los textos (Génesis 3), pero si podemos señalar que Lucifer, tomando la forma de una serpiente, incitó a Eva a comer del único fruto prohibido por Dios. Ella no necesitaba ese fruto. Tenía a su disposición a todos los árboles del huerto para comer junto a su esposo Adán. Pero Eva decidió desobedecer a Dios, obedecer a la serpiente y motivar a Adán en hacer lo mismo. Adán no reaccionó frente a la tentativa y comió al igual que Eva. Este acto permitió la entrada del pecado al mundo (Romanos 5/12) y con el pecado, a Lucifer mismo. Es decir, ellos abrieron las puertas para que Lucifer, ahora la serpiente, pudiera tener control de la humanidad. Toda la humanidad fue vendida a Satanás aquel día. El castigo por el pecado fue la muerte física y espiritual. La conspiración de Satanás tuvo los resultados que esperaba. Y no sólo hizo caer a la humanidad, también les infundió la idea de llegar a ser dioses. “Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.” (Gn. 3/4 y 5, énfasis añadido). Esta exaltada propuesta ha pasado de generación en generación. Siempre han caminado por la tierra hombres que se dicen ser dioses. De esta manera, vemos luego cómo Satanás ha trabajado a lo largo de la historia levantando verdaderas sublevaciones en contra de Dios a través de las distintas culturas y religiones de la humanidad. Bíblicamente hablando, podemos observar como los descendientes de Adán y Eva se multiplicaron en gran manera, pero dejaron a Dios de lado. Se rebelaron moralmente “Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.” (Gn. 6/5) Entonces Dios los castiga enviando el diluvio y salvando al justo Noé con su familia. Seguidamente se produce una terrible conspiración y la madre de muchas religiones abominables: la construcción de la ciudad de Babilonia. Babilonia se construye por Nimrod, quien con el fin de proteger a la gente del daño de las fieras, y después de batallar con muchas fieras, idea la construcción de una ciudad amurallada. Nimrod fue un “vigoroso cazador delante de Jehová; por lo cual se dice: Así como Nimrod, vigoroso cazador delante de Jehová.” (Gn. 10/9). Pero la palabra “delante” en el texto anterior significa “en contra de”. Su significado es de hostilidad. Evidentemente Nimrod fue hostil a Dios y su voluntad revelada. Fue en la ciudad de Babilonia donde nace la adoración a una deidad femenina, un dios bebé y un dios varón paternal. Así, el diablo creó su falsa trinidad. Esta “familia sagrada” evoca a Nimrod, su esposa Semíramis y su hijo Tamuz (Nimrod muere antes del nacimiento de su hijo). Nimrod inició la construcción de la torre escalonada de Babel. “Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra” (Génesis 11/4) Claramente fue un atentado contra Dios. Entonces el Señor impide la terminación de esta pirámide babilónica confundiendo las lenguas de los constructores. Ésta religión de misterio trajo a luz la astrología, la superstición, el sacerdocio célibe (de hombres y mujeres), el confesonario, la idolatría, etc. La impresión de esta sagrada familia diabólica en las gentes fue tan grande, que la posterior expansión de las multitudes a raíz de la confusión de lenguas, significó el esparcimiento de la adoración a estas deidades en cada cultura debajo del sol. El ser humano se rebeló nuevamente contra Dios. Sin lugar a dudas, Satanás halló amplia cabida en Babilonia. “Copa de oro fue Babilonia en la mano de Jehová, que embriagó a toda la tierra; de su vino bebieron los pueblos; se aturdieron por tanto, las naciones.” (Jeremías 51/7) Allí se inicia la obra maestra de Satanás. Posteriormente sufriría algunos cambios, retoques, para la acomodación del culto de misterio en cada cultura, tiempo y sociedad. Este culto pagano existe hasta nuestros días. Es la conspiración contra Dios. La Conspiración contra el Hijo de Dios, Jesucristo (Yeshúa) La Caída de la Humanidad en el Huerto del Edén significó la condenación para todos nosotros, pues somos pecadores y estamos sujetos a un mundo caído y maldecido por Dios. Sin embargo, Dios dice unas palabras importantísimas entre aquel juicio sobre la tierra. Leemos en Génesis 3/15: “Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.” Aquellas palabras de Dios prometen la salvación de la humanidad. Él promete darnos su regalo inmerecido de Redención. Es la restauración de la humanidad caída a una relación personal con Dios en comunión. No obstante este proceso de redención tenía unas implicancias estratosféricas, gigantescas e incalculables. Sólo Dios lo podía realizar con efectividad. Este plan de Redención incluyó el padecimiento de la ley de Dios por parte de alguien que no la haya transgredido previamente. De esta manera, él sería nuestro sustituto. Él sufriría nuestro castigo, pero sin merecerlo. En este caso respectivamente, entendemos que el sustituto debía ser sin pecado, puro delante de Dios. Debía ser un ser humano que sintiera y experimentara las mismas cosas como cualquier mortal para que se pueda identificar con nuestra realidad. Pero siempre, sin pecado, inocente. El Concilio Celestial decidió que la segunda Persona de la Deidad cumpliera esa misión: Dios el Hijo. Jesucristo vino a pagar nuestra deuda y llevarnos a Dios: “Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios.” (1Pedro 3:18) “…el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación.” (Romanos 4:25) “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.” (2Co 5:21) Esto significó que existiera una conspiración para dar muerte a Jesús. ¡Y efectivamente si existió! La conspiración, la podemos ver en muchos versículos. Pero pasándolos por alto, nos referiremos a las dos ocasiones donde la Biblia hace alusión a la sentencia de Jesús, en manos de la sociedad secreta de aquel tiempo: los fariseos y saduceos. La primera fue cuando Jesús sanó milagrosamente a un varón de la sinagoga en un día de reposo que tenía una “mano seca”, probablemente se trataba de algún tipo de parálisis. Acto seguido, los líderes religiosos determinan destruirle: “Y salidos los fariseos, tuvieron consejo contra Jesús para destruirle”. (Mt. 12/14) “Y salidos los fariseos, tomaron consejo con los herodianos contra él para destruirle”. (Mr. 3/6) “Y ellos se llenaron de furor, y hablaban entre sí qué podrían hacer contra Jesús”. (Lc. 6/11) Y la segunda escena donde se dictamina la sentencia definitiva contra el Hijo de Dios tiene lugar luego que él resucita a Lázaro. Éste milagro fue excepcional. El Evangelio de Juan 11/47-53 nos relata: “Entonces los principales sacerdotes y los fariseos reunieron el concilio, y dijeron: ¿Qué haremos? Porque este hombre hace muchas señales. Si le dejamos así, todos creerán en él; y vendrán los romanos, y destruirán nuestro lugar santo y nuestra nación. Entonces Caifás, uno de ellos, sumo sacerdote aquel año, les dijo: Vosotros no sabéis nada; ni pensáis que nos conviene que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación perezca. Esto no lo dijo por sí mismo, sino que como era el sumo sacerdote aquel año, profetizó que Jesús había de morir por la nación; y no solamente por la nación, sino también para congregar en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos. Así que, desde aquel día acordaron matarle.” (Énfasis añadido). Jesucristo venció la conspiración mediante la resurrección. Pero no queremos que se nos malentienda. En verdad el diablo propugnó a los líderes judíos para destruir a Jesús, pero al mismo tiempo, era Dios quien impulsaba al mismo diablo para cumplir la profecía y darnos redención. Evidentemente se necesitaba de un asesino para dar muerte al Mesías y así pueda ser nuestro sustituto. Ahora veamos la conspiración actual. La Conspiración Actual Dar una fecha para el inicio de esta conspiración es especulación. Ciertamente estaba presente desde los días del apóstol Pablo. Pero ¿cuál conspiración? Dejemos que Pablo nos lo indique: “Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida” (2 Tesalonicenses 2/7-8) Se trata de la conspiración para levantar al Anticristo, el “hombre de pecado”: “…se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.” (2 Tesalonicenses 2/3 y 4) Y este movimiento de preparación se está llevando a cabo frente a nuestros ojos hoy. Aquel que se le conoce como el Anticristo será el próximo líder mundial que traerá las soluciones a muchos problemas de vida y la paz mundial, quien recibirá adoración atribuyéndose el Mesías, quien controlará absolutamente todo el sistema, unirá todos los partidos políticos, someterá a la humanidad a una esclavitud global y recibirá todo poder en bandejas de plata. Entonces se cumplirá esta profecía apocalíptica: “porque Dios ha puesto en sus corazones el ejecutar lo que él quiso: ponerse de acuerdo, y dar su reino a la bestia (Anticristo), hasta que se cumplan las palabras de Dios.” (Apocalipsis 17:17) A ésta conspiración actual, la Biblia le llama “misterio de iniquidad”, mencionado más arriba. Dios le ha permitido al diablo levantar a su súper-hombre para luego dejar caer sus justos juicios sobre la humanidad descritos en el libro de Apocalipsis. Así como la Raza Humana vió al mismo Hijo de Dios hecho carne, también se le permitirá conocer al hijo del diablo, como ¡un personaje muy público! El Anticristo será un blasfemo, no sólo porque usurpará la gloria que sólo Dios merece, sino que él también verbalizará blasfemias (Ap. 13/5). Actuará en un tiempo denominado por Jesús como: “La Gran Tribulación” (Mt 24/21, Ap. 7/14). Esta conspiración incluye un ataque contra las libertades individuales y la personalidad libre del ser humano. Debido a que en este período el Gobierno controlará totalmente a los habitantes. Cada actividad, que se realice o deje de realizar, será automatizada. Muchos se volverán verdaderos “robots”, controlados por el ya no tan futuro bio-chip de tecnología RFID (Ap. 13/15-18) De esta forma, la Bestia se unirá a su ejército de controlados tecnológicamente en adoración al Dragón (Apocalipsis 13/4, 20/2) y en blasfemias contra Dios. La humanidad nunca más será libre, menos democrática. No podrán elegir. Serán “androides”. La Gran Tribulación será el punto clímax de la mayor Conspiración humana-luciferina de todos los tiempos. Nunca se ha visto cosa semejante. La maldad imperante en aquel tiempo ha de ser escalofriante, mayor que la ficción misma. El nombre técnico jesuita-masónico para este período es “Nuevo Orden Mundial”. Los actuales actores que cumplen y cumplirán cabalmente la profecía bíblica es la red Illuminati. Y éstos son: - Los Jesuitas (Compañía de Jesús) de Cuarto Voto y algunos Coadjutores. - Los Illuminati. - La Francmasonería o Masonería Libre. - Los Caballeros de Malta. - El CFR (Concilio de Relaciones Exteriores) - El Club Bilderberg. - El Club de Roma. - La Comisión Trilateral. Y muchos otros grupos más. Aunque se entrelazan entre sí, no todos quienes están dentro de éstos cuerpos sociales y/o políticos constan del mismo conocimiento. Lo mismo debe decirse en cuanto a la consciencia luciferina del proyecto globalizador y la adoración de éste mismo agente maligno. Así, son sólo algunos altos jesuitas de 4º voto quienes trabajan para formar el Nuevo Orden Mundial en distintas esferas de la sociedad. Y casi todos los masones de este tiempo no están al tanto de lo que creen y a quién adoran sus superiores, (Lucifer) y en este punto, debemos incluir a pesar de lo chocante, a la Compañía de Jesús. Muchos políticos hoy pertenecen a éstos grupos y no están al tanto de los objetivos nefastos que se pretende lograr; del mismo modo, muchos líderes saben hacia donde se encamina toda “la Mátrix”. De alguna manera podemos inferir que esta actual conspiración está directamente conectada con la que sufrió Jesucristo. Lo podemos afirmar debido a que tanto al traidor Judas (el apóstol que entregó a Jesús a los romanos) como al propio Anticristo se les adjudica el mismo título en la Biblia: “hijo de perdición”. Cuán densas fueron las tinieblas sobre Judas Iscariote, pero más aún serán las tinieblas que llenarán y controlarán al próximo Anticristo. Veamos los textos: (Jesús orando al Padre:) “Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese.” (Jn. 17/12) (Claramente se refiere al apóstol que apostató de forma definitiva, Judas) “Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición” (2 Tesalonicenses 2/3) La actual conspiración es la consumación de la que se inició en la persona de Jesús. Es el deseo de Lucifer de borrar de la tierra el nombre de Dios, ser adorado él mismo y que el ser humano se proclame dios. En aquel período, la Nueva Era vivirá su auge. Muchos se creerán dios. Y la única forma de escapar de este tiempo tenebroso es por medio del escape de los redimidos, cuando Cristo vuelva a sacarlos previamente en lo que se conoce como Rapto de la Iglesia (1 Tesalonicenses 4/15-17, 5/9-10). Pero así como resultó ser en el anterior intento, Jesucristo vencerá rotundamente al Anticristo en su Segunda Venida en gloria “Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida” (2 Tesalonicenses 2/8). Entonces se establecerá el reino milenario de Jesucristo sobre esta tierra. A Jesús lo mataron las sociedades secretas; de la misma forma ahora las sociedades secretas levantarán al Anticristo quien batallará contra Jesús en Armagedón (Ap. 19). Primero Jesús vino como el Cordero para expiar el pecado. Ahora regresa como León (Ap 5/5-6) y sin relación con el pecado (Hebreos 9/28) “para destruir a los que destruyen la tierra” (Ap 11/18). Quédese con nosotros y podrá descubrir la conspiración del inframundo trabajando a toda máquina, simplemente para cumplir la profecía Bíblica, y de seguro, al igual que nosotros, podrá ver cuán cerca estamos del regreso del Señor Jesucristo y lograr “escapar de todas estas cosas que vendrán” (Lucas 21/36) al abrazar a Cristo y volar con él en el Rapto de la Iglesia. ¡Jesucristo Viene Pronto! Enlace |
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martes, 22 de febrero de 2011
La Gran Conspiración
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