BBC Salud
Miércoles, 2 de noviembre de 2011
Cada día mueren 100 personas a causa de una sobredosis en Estados Unidos y la mayoría de estas sobredosis ocurren con medicamentos que requieren una receta médica.
Estas sustancias recetadas están causando más muertes que la heroína y cocaína combinadas.
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Es un problema que ya alcanzó niveles epidémicos, según un informe de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de ese país.
Y los fármacos que están causando el mayor daño son los analgésicos que se recetan para el dolor, principalmente aquellos que contienen opioides como la codeína y morfina, señala el organismo.
Hay "un extenso abuso y mal uso" de medicamentos que requieren prescripción, dice el estudio.
Una de cada 20 personas de 12 años o más en ese país -unos 12 millones- utilizó estos fármacos de forma no médica, es decir, sin una receta o sólo por el efecto de "estar colocado" que causan.
Y cada año mueren 15.000 personas a causa de una sobredosis con ellos, dice el estudio.
Por sobredosis de heroína y cocaína mueren 4.000 personas anualmente en Estados Unidos.
Tal como señalan los CDC, es "una epidemia de salud pública".
Los analgésicos opioides funcionan en receptores del cerebro para reducir la percepción de dolor y al mismo tiempo crean una sensación de euforia. Pero también pueden tener un efecto sedante.
Las sustancias pueden producir dependencia y su abuso conduce a dosis cada vez más grandes para lograr el efecto de euforia y reducir el síndrome de abstinencia.
Estas dosis cada vez más grandes pueden causar disminución de la respiración, pérdida de conocimiento y muerte por sobredosis.
Abuso y mal uso
"Tenemos un grave problema en Estados Unidos a causa de los analgésicos opioides que son recetados para algún individuo pero son utilizados de forma indebida", explica a la BBC Tom Skinner, portavoz de los CDC.
"Encontramos que una proporción pequeña de médicos en Estados Unidos son responsables de gran parte del problema"
Tom Skinner, CDC
"Estamos hablando de fármacos que se recetan para aliviar el dolor pero que son usados de forma inapropiada por la persona a quien se le recetan o por un individuo que consume el medicamento que se le recetó a otra persona".
Tal como explica el portavoz de los CDC, aunque hay ciertos grupos de población que muestran mayor probabilidad de abusar o tener una sobredosis de analgésicos, en realidad el problema está ocurriendo en un amplio espectro de la sociedad.
"Afecta tanto a individuos blancos de clase media y alta como a individuos que viven debajo de la línea de pobreza".
Por ejemplo, muchos más hombres que mujeres mueren por una sobredosis de analgésicos y la más alta proporción de casos está entre los adultos de mediana edad.
Asimismo, las sobredosis ocurren con más frecuencia -dos veces más- en los condados rurales que en las grandes ciudades.
Y los blancos e indígenas estadounidenses tienen más probabilidad de sufrir una sobredosis con estos fármacos que los negros o hispanos.
"Pero una de las estadísticas más excepcionales de este informe es la cantidad de dinero que está costando este problema al servicio de salud de Estados Unidos" afirma Tom Skinner.
"Se calcula que el abuso de analgésicos opioides cuesta a las aseguradoras unos US$72.500 millones anualmente en costos directos de salud", agrega.
Demasiadas recetas
Cifras oficiales indican que la venta de estos medicamentos a farmacias y clínicas de salud se han incrementado más de 300% desde 1999.
Esto refleja que las prescripciones de ese tipo de medicamentos también han aumentado de forma drástica.
Según los CDC la cantidad de medicinas que se recetaron el año pasado fue suficiente para mantener a cada ciudadano estadounidense medicado durante un mes.
Tal como señala el funcionario de los CDC, si se establecen nuevas políticas de salud podrían revertirse estas tendencias.
"Tenemos un problema con la forma como se recetan estos fármacos, que es inapropiada y que está permitiendo el acceso a estas sustancias" dice Tom Skinner.
"Encontramos que una proporción pequeña de médicos en Estados Unidos son responsables de gran parte del problema".
"Así que podríamos establecer sistemas de monitoreo para identificar y tomar medidas contra la expedición inapropiada de recetas".
"También podríamos buscar formas de prohibir que un individuo acuda a múltiples farmacias para recibir los fármacos que se le recetan".
"Sin duda hay muchas cosas que podemos hacer para combatir este problema" señala el portavoz de los CDC.